20 de septiembre de 2013

Tarta de queso con higos frescos

Hace ya días que no publico una receta, así que creo que va siendo hora, verdad? El otro día estuve en la frutería comprando verduras y alguna que otra fruta y no pude resistirme a comprar unos higos que me entraron por los ojos. Es una fruta que me encanta (soy capaz de comerme un kilo de una sentada, ¡en serio!) y aprovechando que todavía están de temporada decidí que tenía que hacer algún postre con ellos (en el caso de que no me los comiera en el coche de camino a casa, cosa que al final no sucedió, si no, no estaríamos hablando de este postre, evidentemente!!!) y al final me decidí por una tarta de queso, que es otra de mis pasiones, y que mejor que unir estas dos delicias, no???




Ah! antes de pasar a la receta, tengo que deciros que, para todas esas personas que me dicen.."no, es que no puedo hacer tal cosa porque no tengo batidora... que si no tengo amasadora y no me sale...que si no tengo tal o cuál..." pues que sepáis que en esta receta se hace todo manualmente, así que... No quiero excusas!!! y todo el mundo manos a la obra porque realmente merece la pena, de verdad!!

Ahora sí, vamos con la receta...


Para la receta necesitaréis:

Para la base de galletas:
200g de galletas tipo "Digestive"
80g de mantequilla sin sal derretida
2 cucharadas soperas de azúcar glas

Para el relleno:
250g de queso mascarpone
1 tarrina de queso crema (tipo Philadelphia)
200g de azúcar
200g de nata líquida
3 cucharadas soperas de harina de maíz (maicena)
3 huevos medianos
El zumo de medio limón
1 cucharadita de vainilla en pasta o extracto de vainilla
Higos frescos
Miel
Cobertura brillante (opcional)

Y además...
Molde redondo desmontable
Papel de horno
Papel de aluminio

Comenzamos!
Primero...
Empezamos haciendo la base de galletas. La metemos en una bolsa con cierre hermético y rodillo en mano, le pegamos una paliza para hacerlas polvo y de paso descargamos un poco de tensión que a todos nos viene bien!!, bueno, si eres de las que no estás demasiado estresada, con que le pases el rodillo unas cuantas veces, es suficiente para triturarlas ;)

Añadimos el azúcar y pasamos el rodillo un poco más para que todo quede bien integrado y pasamos las galletas a un bol. Añadimos la mantequilla derretida (en el microondas a baja potencia y tapada con film... el que avisa no es traidor!!) y removemos con ayuda de una cuchara hasta que esté bien unida y tenga el aspecto como de arena mojada.


Ponemos la mezcla en el molde al que habremos puesto papel de horno en el fondo. Extendemos bien la mezcla con una cuchara y presionamos para que quede repartida por todo el molde, la metemos un rato en el frigorífico mientras preparamos el relleno.

Precalentamos el horno a 180º.

En un bol grande echamos el queso mascarpone y la tarrina de queso crema. Con unas varillas manuales batimos, sólo para que se mezclen los dos quesos. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo. Cuando todo el azúcar esté integrado y tenga la mezcla un aspecto cremoso, añadimos la nata y seguimos mezclando y a continuación el zumo de limón. Añadimos las tres cucharadas de harina de maíz, mezclamos bien con la varillas y vamos echando los huevos uno a uno, no echar el siguiente hasta que el anterior no esté totalmente integrado en la masa, pero tampoco hay que batir demasiado con las varillas, simplemente mezclarlos con movimientos envolventes, para que la masa no coja demasiado aire, ok?. Cuando lo tengáis, añadimos la cucharadita de vainilla y removemos bien. Ya está, sencillo, no? Y sin aparatos ni historias... más fácil imposible!!!

Sacamos el molde de la nevera, y antes de poner el relleno, lo forramos por fuera con papel de aluminio, porque esta tarta de queso va en el horno al baño maría, y este paso evitará cualquier filtración de agua al molde, y vale... que no ha sido muy dificil de preparar, ya... pero tampoco queremos que se nos arruine nuestra tarta por este simple hecho, que nuestro ratillo nos ha llevado prepararla, no??



Ahora sí, ponemos el relleno sobre la base de galletas, nivelamos con una espátula, o una cuchara, lo que tengamos a mano y lo metemos en una bandeja más grande, con las paredes más altas.



Cubrimos con agua hirviendo hasta un poco menos de la mitad del molde de la tarta, y al horno! a 180º durante unos 50 minutos, más o menos, dependiendo de cada horno como ya sabéis.


Mientras, vamos cortando los higos como más nos guste, o según nos de en ese momento. Yo los fui cortando por la mitad a lo largo y estos, a su vez, por la mitad, o sea, a cuartos. Pero podéis hacerlo como queráis, solo por la mitad, a rodajas... a gustos.


Cuando la tarta lleve unos 25 minutos en el horno, lo abrimos, y sacamos un poco la rejilla y con cuidado de no quemarnos demasiado, vamos poniendo los higos por encima de la tarta que ya habrá cogido un poco de consistencia, disponiéndolos como más nos guste.


Cerramos el horno y seguimos horneando otros 25 minutos más o menos. Cinco minutos antes de apagarlo, abrimos y rociamos los higos con un poco de miel por encima. Cuando haya pasado el tiempo, apagamos el horno, pero dejamos la tarta dentro hasta que se enfríe, un par de horas, y de ahí, al frigorífico.





Yo cuando la saqué del horno, preparé una cobertura brillante para tartas de frutas que venden en el Lidl. Es una especie de gelatina neutra que se prepara con agua y azúcar. La puse con una brocha de repostería por toda la superficie de la tarta y luego al frigo. Esto es opcional, es para darle un poco de brillo a la tarta, si no se pone, está igual de rica!!!





Esto es todo, y más sencillo....imposible!! Así que ya estáis tardando en poneros, en serio, probadla y me contáis, está de escándalo!!!!

1 comentario:

  1. hola, utilicé tu receta y déjame decirte que es muy buena. Muchas gracias en verdad no hubiera podido sin tu página. saludos

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